
Descálzate. Sí, los zapatos condicionan nuestra pisada, nuestros movimientos, nuestra musculatura, nuestra estructura esquelética, nuestra respiración y nuestro estado de ánimo. Y descalzándote, el pie y el cuerpo se expande, el cuerpo se acomoda, nos relajamos y respiramos mejor y cambiamos nuestro estado de ánimo. El periodo estival es una estupenda época para realizar esta practica tan positiva para nuestro organismo. Elige un espacio seguro para hacerlo y...