¡Descálzate!

Descálzate.

Sí, los zapatos condicionan nuestra pisada, nuestros movimientos, nuestra musculatura, nuestra estructura esquelética, nuestra respiración y nuestro estado de ánimo.

Y descalzándote, el pie y el cuerpo se expande, el cuerpo se acomoda, nos relajamos y respiramos mejor y cambiamos nuestro estado de ánimo.

El periodo estival es una estupenda época para realizar esta practica tan positiva para nuestro organismo.

Elige un espacio seguro para hacerlo y descálzate.

Primero las contraindicaciones

Sí, no siempre es recomendable, las personas diabéticas tienen que tener especial cuidado por el mayor riesgo que les supone a la hora de contraer infecciones ya que por sus condiciones, el pie se vuelve especialmente sensible a hongos y bacterias debiendo protegerse especialmente de zonas húmedas y poco higiénicas.

Actualmente existe un tipo de calzado especializado llamado bare foot, que ofrece la impresión de caminar descalzo, al mismo tiempo que protege el pie de cualquier sorpresa que se pueda presentar en el suelo.

Y a mi personalmente me parece ideal para pisar terrenos irregulares como parques, haciéndolo de una forma más segura y poder sentir casi los mismos efectos que si fueras descalza.

Una contraindicación más para este tipo de calzado pudiera ser el de acostumbrarse a pisar con el zonas lisas, esto equivaldría a llevar el típico calzado plano como las sandalias de verano que muchas personas utilizan y que usados de forma muy frecuente conlleva una elevación de casos de fascitis plantar en el periodo estival.

Beneficios generales si lo hacemos bien.

Montones

  • Descalzarnos nos conecta cual cable de toma de tierra a la tierra, literalmente nos descarga de los campos electromagnéticos que recoge nuestro cuerpo, que tienen una gran influencia en nuestro sistema y que aunque es algo que no es visible, sí podemos ser conscientes de como nos sentimos antes y después des descalzarnos, especialmente si nos descalzamos en un espacio natural.
  • Andando descalza se activa de forma natural nuestro tono físico en nuestros pies y piernas, lo que repercute en nuestras caderas incluso en la posición del resto del cuerpo. Se corrige nuestra postura corporal de forma natural reduciendo dolores esqueléticos y musculares descargándote incluso espalda y cuello. Se activa nuestra circulación sanguínea, se produce un mejor drenaje de las toxinas de nuestro cuerpo reduciendo las inflamaciones lo que a su vez reduce las molestias del cuerpo haciendo funcionar mejor órganos y entrañas y equilibrando su energía.
  • Alivia dolencias propias de los pies como molestias de juanetes, el neuroma de Morton o la fascitis plantar (pisando en terreno irregular)
  • Estimula nuestro sistema sensorial, se activa nuestra propiocepción, somos más conscientes de qué pisamos, cómo lo pisamos, del desnivel del terreno de la temperatura, humedad y el agarre y la fuerza que necesitamos en cada momento y esto fortalece la estabilidad de la persona evitando así un mayor riesgo de caídas beneficiando muy positivamente incluso a las personas más mayores. Y en los bebés es primordial ya que favorece su desarrollo cognitivo. 

Y si lo hacemos super bien.

  • Nuestro ritmo interno cambia, de repente nos sentimos más relajados, caminamos más despacio, observamos más y mejor, y nuestros 5 sentidos nos devuelven a un estado más espiritual de tiempos ancestrales, nos conecta con la tierra que no en todos los terrenos tiene la misma energía por su composición, granito o caliza por ejemplo, pueden ponernos en predisposición de distinta energía.
  • Nos sentimos más plenos y liberados, reduce el estrés y nos hace cambiar el estado de ánimo y dormir mejor

Si no te parece muy cómodo, las recomendaciones son

Si tienes los pies sensibles pero te apetece disfrutar de ello, es mejor comenzar poco a poco pera dar tiempo a tu cuerpo a que se vaya fortaleciendo hasta que puedas pisar tranquilamente otro tipo de superficies. Si tienes alfombras en casa o césped en tu jardín es una oportunidad ideal para comenzar.

TODO ESTO Y MÁS, también lo hago en una sesión de REFLEXOLOGÍA PODAL poniendo foco en tu sentir y de una forma totalmente personalizada.

PON A PUNTO TU SALUD NATURAL
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